10 abril 2006

Hook II (finale)


Lo amaba con todas sus fuerzas y lo odiaba intensamente. Lo que más ansiaba era ser un buen padre, enseñarle a su hijo todos los secretos de la vida. Oírlo reír y llorar, abrazarlo y recorrer sus pequeños hombros, su espalda. Sentir el perfume de su dorada piel de niño y besarlo y amarlo como nadie podía amarlo, como nadie nunca iba a completarlo nuevamente.

Ese también fue el momento en que Pan comprendió por qué lo odiaba como a la misma oscuridad. Recordó las secretas caricias en la cámara del Deathstar, las imágenes que había bloqueado en su mente por tantos años. Y entendió por qué lo perseguía incansablemente, para matarlo, para liberarse de la maldición y la gloria de nunca crecer, de permanecer idéntico al objeto de los deseos de Hook.

“Your chamber is prepared, Lord Hook, sire”, dijo Smeeth en un susurro. Hook suspiró. Tantos años en medio de piratas malolientes no era una vida para espíritus sensibles. Caminó hasta la cámara y trató de dormir, pero sólo veía a Pan riéndose de él en algún rincón del mar. Y estaba tan cansado.

1 comentario:

Renata dijo...

Pues yo no le permitiría dormir ni un sólo momento más en su vida