04 abril 2006

Estambul III

Sabrán por el título de la historia que ya los turcos habían tomado la ciudad de Constantino, pero en ese tiempo no había guerra ya, y felizmente cristianos e infieles, romeos y romanos, levante y poniente comerciaban con entusiasmo sin mirar a quién. Es por eso que nos sobresaltó tanto ver que nos acercábamos a un gran barco de guerra, que nos esperaba con las velas desplegadas, con ciento cincuenta cañones erguidos de proa a popa, y sin embargo ni un alma en cubierta.
Nos levantamos y desperezamos como pudimos, y alzando la voz pedí a Smeeth corregir rumbo, y al vigía subir al palo mayor para ver bandera, y según eso prepararnos para dar pelea o fiesta. Pero no salió voz de mi garganta. Ni un gemido ni crujido ni bramido, balido o siquiera un suspiro. Nada.

No hay comentarios.: