06 abril 2006

País de Maravillas II

En el centre de la illa hi ha un gran llac, que té un riu que ho alimenta i altre que ho desguassa. El primer és d'aigües molt netes i tranquil·les, i el segon és tot escuma, com un torrent de crema batuda. Detrás, en dirección del sol hay un bosque blanco que hay que cruzar para llegar al pueblo. En cruzarlo uno se tarda un par de días, no porque sea tan grande, sino por las delicias que se va encontrando a cada paso que es imposible no detenerse ante cada una. Droit après que le forrest il y ait une grande gorge, mais pas sec : l'herbe et les buissons verts coulent partout la falaise vers le bas dans le fond sans fin. Tan mullida es la hierba que podría uno arrojarse al fondo, rodar rebotar mecerse entre los árboles y arbustos y llegar indemne al oscuro río del fondo, donde viven los peces plateados que sólo se alimentan de rayos de luna.
Al pueblo, sin embargo, se llega desde arriba, subiendo el monte Barrigrávida se divisan al comienzo sólo las torres mayores, el observatorio y el reloj, y poco a poco se van revelando las casas blancas, las calles, las escaleras.

1 comentario:

Renata dijo...

Mayor razón aún para no entender por qué la dejan...